Alguien me dijo alguna vez que soy un incomprensivo, yo me defendi diciendo que simplemente era un tipo al que no le gustaba las vulgaridades humanas. Darío... un muy amigo.

Se me acusa de que yo me niego a ir en nada contra mí mismo

lunes, 24 de marzo de 2008

DIA DE LA 'MEMORIA'



No podemos hacer borrón y cuenta nueva, mirar a lo lejos con expresión de "superado" y continuar nuestra historia como si nada hubiera pasado, y si sucedió "simplemente ya está".

Reinvindicar la memoria no es ahondar con un punzón en la herida que quiere sanar. Al contrario, es ver esa cicatriz y reconocer que somos producto de nuestra historia: nuestro pasado nos construyó, y negándolo destruimos las razones y porqués de nuestra cultura, de nuestra forma de pensar y ser, de nuestra escencia.
No se nos debe permitir ser tan ciegos y no ver los miles de vestigios que quedan de una época de terror, de dolor y muertes. Nos sentimos orgullosos de nuestra argentinidad cuando hablamos de deportes, de nuestros grandes intelectuales o artistas, e inclusive de "nuestra viveza criolla". Pero... en dónde metemos nuestros 30 mil desaparecidos? nuestras abuelas y madres de plaza de mayo?, nuestros militantes, estudiantes y trabajadores torturados y asesinados? nuestros represores: Videla, Massera, Astiz? nuestra deuda externa millonaria? nuestros caidos en Malvinas? nuestro miedo a hablar? nuestro Jorge Julio López?
Todo esto nos hace argentinos.



"Es la desigualdad ante la ley la que ha hecho y sigue haciendo la historia real, pero la historia oficial no la escribe la memoria, sino el olvido. Bien lo sabemos en América Latina, donde los exterminadores de indios y los traficantes de esclavos tienen estatuas en las plazas de las ciudades, y donde las calles y las avenidas suelen llamarse con los nombres de los ladrones de tierras y los vaciadores de arcas públicas.

Como a los edificios de México que se derrumbaron en el terremoto del '85, a las democracias latinoamericanas les han robado los cimientos. Sólo la justicia podría darles una sólida base de apoyo para poder pararse y caminar, pero en lugar de justicia tenemos amnecia obligatoria. Por regla general, los gobiernos civiles se están limitando a administrar la injusticia, defraudando las esperanzas de cambio, en países donde la democracia política se estrella continuamente contra los muros de las estructuras económicas y sociales enemigas de la democracia.

En los años sesenta y setenta, los militares asaltaron el poder. Para acabar con la corrupción política, robaron mucho más que los políticos, gracias a las facilidades de poder absoluto y gracias a la productividad de sus jornadas de trabajo, que cada día comenzaban muy tempranito, al toque de la diana. Años de sangre, mugre y miedo: para acabar con la violencia de las guerrillas locales y d elos rojos fantasmas universales, las fuerzas armadas torturaron, violaron o asesinaron a cuanta gente encontraron, en una cacería que castigó cualquier expresión de voluntad humana de justicia, por inofensiva que pudiera parecer."


Eduardo Galeano -Patas Arriba-






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