Alguien me dijo alguna vez que soy un incomprensivo, yo me defendi diciendo que simplemente era un tipo al que no le gustaba las vulgaridades humanas. Darío... un muy amigo.

Se me acusa de que yo me niego a ir en nada contra mí mismo

martes, 5 de junio de 2007

UN DÍA COMO HOY

Un día nublado como hoy, me remonta al día en que me fui lejos de acá.
Me recuerda la verdad, detrás de lo convencional.
De la vez que quise huir.
De una situación que no soportaba.
De tantos esquemas, ofensas y sucesos que escapaban a mi entendimiento.
Ahogo y ansiedad, por algo más.
Se me ocurrió la estrategia de alejarme de lo conocido.
De lo seguro, de lo predecible.
Transición para cambiar.
Tan tonto como suena.
Pero complejo de realizar.
Aquel viejo sueño hecho realidad a medias.
Un escenario que necesitaba ser renovado.
Lo simbólico de ayer.
Quedo en la nada, así como así.
El significado de tantas cosas se alteró.
Antigua connotación valiosa.
El viaje es cambiar de aire, renovar energías.
Y sobretodo esperanzas.
Estaba aquí, queriendo sentir el abrazo que alguna vez me estremeció.
Que dio temblor a toda lógica en mi corazón.
Esperando por algo que ya había pasado y que no iba a volver a pasar.
Por que ese abrazo formaba parte del ayer.
Esa es la nueva realidad.
¿Para qué seguir aquí?
Lo mejor del pasado es que esta atrás, y ya pasó.
Al menos el efecto que trajo consigo, ya no realiza el viejo labor.
Lo mejor del viaje fue mirar el paisaje y seguir.
Como el viento… seguí.
Tras de un sueño… seguí.
Para escapar de tanto… seguí.
Olvidar quizás no sea superar.
Tendrá otro significado, otro sentido. Alguna que desconozco, o que no comparto.
Tal vez sea ignorar lo que pasó, y lastimó.
Posiblemente esconderlo en lo más hondo del inconsciente sea la solución.
Quizás no creas nada de lo que digo.
Tenés motivos para hacerlo, y yo los propios para creerlo.
Al volver a mi ciudad voy a contarte si querés escuchar, el motivo de haberme marchado de acá.
A veces no estoy de viaje, pero tampoco estoy presente.
Que triste ver a alguien, ensimismado en una tempestad.
Ausente de la realidad.
De todos modos diré que supere tanto daño.
Que en mi piel jamás hubo dolor, ni penas, ningún mal y menos de amor.
Lo tuyo no ocurrió.
No estaba más. Y vos tampoco.
Por que como yo, seguiste de largo.
El mejor recuerdo fue ese momento en que comprendí que tenía que dejar ir.
Al recuerdo, al dolor, a la ausencia.
Y sobre todo tú esencia.
Por Cintia

4 comentarios:

gusty dijo...

hola gente creo que es la primera vez que posteo, queria felicitarlos x lo linda de su página , aunque los poemas de cinthi son muy tristessss!!!, como que lo obligan a uno a decir : ¿ para que existo? , en fin un beso a todas las duendes del blog!!
Gusty

Anónimo dijo...

Lo mejor del viaje fue mirar el paisaje y seguir... mm.. eso me suena! yo creo que todo es un viaje, la vida es un viaje... no debemos desperdiciar esa oportunidad... y si ese viaje es para sacartelo de la vida... viajá, viajá mucho... un beso fea. Te quiero mucho.

Anónimo dijo...

es bueno viajar...huir...aunque sea para acomodarte...aclar tu mente...y así poder seguir y seguir..mientra la vida no pare..hay que vivir!!!! y vivir nos permite soñar, sentir, disfrutar, reir, llorar y volver a sonreir..

Anónimo dijo...

... la ventana es un buen lugar para escapar...
aveces uno no entiende lo q pasa, hasta q caer d repente y se encuentra con la relidad... chicas las kiero...