Alguien me dijo alguna vez que soy un incomprensivo, yo me defendi diciendo que simplemente era un tipo al que no le gustaba las vulgaridades humanas. Darío... un muy amigo.

Se me acusa de que yo me niego a ir en nada contra mí mismo

jueves, 24 de mayo de 2007

ECOS QUE DAN VUELTAS

Un profundo hueco, tiempo.
Una distancia, tiempo.
Buenos tiempos, malos tiempos.
Esperar, el tiempo que pasa, años que separan.
Cosas que quisiera decir con el tiempo.
Quisiera decirte que te extraño.
Quisiera decirte que te quiero siempre a mi lado.
Quisiera decirte tantas cosas y no lo hago.
Quisiera pero nosé si tendría sentido eso que quisiera decirte.
¿y para qué decirlas entonces? Por eso me las guardo.
Están siempre, las siento, las pienso, pero son mías nada más.
Están. Las tengo conmigo, no las voy a soltar, al menos que tu me digas que las quieres escuchar.


Por un duende azul…Pame


RAYO FUGAZ, SENSACIÓN IMBORRABLE

Ella estaba ahí. Sentada. Mirando a lo lejos. Pensando en aquella tarde.
No dejaba de pensar que muchas veces nos hacemos problemas por pequeñeces y no vemos más allá. Nos complicamos con cosas simples.
Se acordaba de sus propios pensamientos, en aquellos que tuvo por ejemplo cuando una relación se terminó. En los comentarios de gente amiga que dice sufrir por amor, o que se siente mal por eso. Gente que dice sentirse sola, cuando tiene amigos y personas que se preocupan y lo quieren ver bien. Hasta ella misma puesta en esa situación alguna vez.
Pero después de esa tarde, en su cabeza daban vueltas muchas cosas. Pensaba…-¿Cómo a veces no nos damos cuenta y decimos que el amor nos tiene mal…el amor esto…el amor…lo otro? Y no nos damos cuenta que por lo menos tenemos el lujo de que esté en nuestras vidas, de por lo menos sentir que existe. Porque hay quienes ni siquiera tienen la posibilidad de sentirlo realmente una vez. Hay quienes no conocen el primer contacto del amor a través de la madre. Sus caricias, sus besos, sus mimos, esas sensaciones que nunca se borran con el tiempo. Y tampoco pueden crecer con él.
Sin embargo tienen mucho amor por dar y no lo mezquinan. Más allá de sus picardías, y de lo dura que es su vida, el amor, el cariño están.
Te conocen, se aprenden tu nombre y ya empezás a sentir el afecto, la dulzura, la atención que necesitan. Y se conforman con una tarde, con horas, minutos de vos, una mirada. Que para ellos ya es mucho. No por eso la sensación es efímera, porque sus hullas son muy profundas, su amor por la vida te marca, desde el primer momento en que los conoces.
Después de aquella tarde de estar con ellos, esas pequeñas lucecitas en este mundo, que todo lo que tienen es su Hogar, su Refugio y a quienes se acercan a él. Ella sintió un quiebre por dentro, su alma recobró más fuerza, luego de la descarga que le produjo ese abrazo.
Ese abrazo que concluyó la tarde, ese abrazo de una pequeña lucecita de manitos atadas.
Ese abrazo que le hizo sentir que las esperanzas nunca se acaban, que no hay nada que te impida seguir, excepto la muerte. Que a nuestro alrededor hay mucho por valorar, solo hay que cuidarlo, darnos cuenta que en algún momento pueden no estar. Porque la mayoría tenemos la suerte de que en nuestras vidas existan personas que saben cuando estamos mal, nos cuidan, se preocupan por nosotros, nos quieren. No solo por un fin de semana, un día, una tarde, sino que están siempre y se acuerdan de nosotros siempre. Cada día que pasa, cada segundo, cada instante en su vida.

Ellos, las pequeñas lucecitas que dieron más luz a las vidas de los pequeños duendes, y en quienes no dejaremos de pensar. Es más en quienes pensaremos cuando boludeces quieran ponernos mal, y no valga la pena. Ellos a quienes seguiremos visitando, son los chicos del Hogar, “El Refugio”.

Por Pame- un duende azul

A VECES

Hay veces en que nos detenemos a mirarnos. Mirarnos desde adentro, como si nunca nos hubiéramos visto…Nada tiene la solidez que parecía tener… Esta noche me siento más que desahuciada, condenada. Condenada a sentir por demás… Tantos sentimientos y sensaciones que se cruzan por mi mente parecen desconocidos. Hace mucho tal vez sentí esto…Pero en realidad ¿Qué es esto? Detesto sentirme así. Todo me supera. Me encuentro profundamente ensimismada. No quiero esto. Tanto amor queda opacado por la realidad. Me enceguece el solo pensar que ya no siento nada. Qué no se quien soy, eso… eso que fui y lo que puedo ser, no se donde quedo. Pido encontrarme en este desfiladero de contradicciones y realidades… ¿Podré alguna vez lograrlo? No lo se. Simplemente sé que me necesito, necesito saber que no solo existo físicamente. Necesito regalar lo que siento. Regalar mis amores. Regalar mis sombras. Todo, por una simple mirada que me saque de esta invisibilidad inmensa que me envuelve y atosiga. Preciso ver mis manos y que ellas no se encuentren vacías… Solo eso.


Por Marisol

sábado, 19 de mayo de 2007

EL FANTASMA

La sombra sigue presente, con todo su esplendor.
La incertidumbre continúa sobre mi cabeza, y sobre mis pasos.
El día que creí despertar completamente, no fue tan así.
Hoy lo puedo ver. Lo siento cerca, casi lo puedo tocar.
Los engaños empezaron hace tiempo, no puedo deshacerme de ese ayer.
El paraíso fue mi fin.
Me hubiera marchado a tiempo.
Fue magnifico y glorioso
Pero la felicidad se evaporó.
Sin dejar rastro, como si nunca hubiera sucedido.
No encontré lo que buscaba.
Lo más lindo fue poco, y volátil.
El fracaso nos vuelve a encontrar.
Con lo efímero del día.
La desgracia y desventura se oxidaron en las lágrimas marchitas.
El aroma de lo impredecible me intentó convencer.
Pero la razón se interpuso.
La tensión y el remordimiento fueron la gran pena de un corazón.
El tomento como las nubes negras pasó.
Encontré al consuelo en el mañana.
A la vuelta de la calle.
Ya no siento la sensación a nada.
No hay receta para estar mejor.
Aunque todo parezca nada…
Todo pasa.
Lo sé, por que ya pasó.
Al menos por hoy.


Por Cintia

miércoles, 16 de mayo de 2007

UN ABISMO, MI ABISMO


Nada parece real, sigo girando… siempre al mismo lado
Y si algún día el mundo cambiara de sentido… ¿miraríamos hacia el mismo lado?
Si nada parece real, como puede ser eso, si la nada es
Una brisa me envuelve, me lleva hacia el Este, me alejo de vos.
La rutina provoca en mí una sensación de no estar realmente en este lugar, estoy sin estar.
Y vos que sos todo, y a la vez nada, ¿qué sentís cuando todo gira, peor nada cambia?
Y todo lo que podría significar algo, se quedo con vos, girando, convirtiéndose en nada…
Me imagino parando este vaivén, perdiéndome en lo más infinito, sin siquiera poder encontrarme…
Una nebulosa de nada y todo, veo el infinito, el incierto destino, la nada y el todo.
Otra brisa me envuelve, se lleva mi alma, se lleva el alma del mundo, nos quedamos solos, sin alma, abandonados en un río de soledad.
Pero al mirarte a los ojos todo cambia, porque siento que por algo estoy aquí.
Entonces la nada ya es todo, y ese todo otra vez se convierte en nada.
Y pienso que si los dos giráramos en sentidos contrarios llegará un punto en que nos encontraremos.
Nos miramos, nos palpamos, nos enredamos. Soñamos.
Nos encontramos dentro de la añorada nebulosa de incoherencias, pensamos en la nada, en el todo, seguimos girando, nos detenemos ¿dónde estamos?

Cadáver Exquisito: Andy, Marisol, Cintia, Pame, Miguel y Noe

PEQUEÑOS ENSAYOS SOBRE LOS FESTEJANTES (Aduladores, admiradores, personas que “te andan llegando”, que “te arrastran el ala”)

DEL ROL DEL FESTEJANTE

¿Por qué es necesario en este contexto –soledad, abandono y tristeza- tener un festejante?
Un festejante es un ser –imaginario o real- que logra modificar la situación de soledad imperante en la vida de personas que no tiene vida social (lo de vida social será desarrollado en otra ocasión, o quizás nunca sea desarrollada ya que eso depende de la voluntad personal del autor o sea yo, y no se si quiero explicar lo de vida social).
¿Como lo hace? Y probablemente no salga de debajo de la cama o del placard, ya que seria ridículo tener alguien escondido no les parece, además de incomodo, cualquiera podría pensar que uno no esta en sus cabales.
El festejante se destaca por hacerse notar frente al festejado, es decir si alguien no se hace notar no es festejante de nadie.
Si el festejante no es real la situación es compleja ya que depende del estado anímico del festejado. Probablemente una persona que tiene un festejante imaginario se apoye en el en momentos de depresión, ya sea para salir de la misma como para profundizarla.
Seria muy importante que cada persona que se considere festejado sepa distinguir entre uno real y uno imaginario.
Que un ser de carne y hueso se presente frente a nosotros no significa para nada tener un/a festejante real. Esto nos demuestra lo difícil que resulta sobrellevar la presencia de un festejante o no.
Salir con un festejante puede resultar muy sencillo, sin embargo si éste es imaginario puede repercutir en el ambiente en el cual nos encontramos. Puede ser que el vernos hablar con nuestro festejante imaginario provoque incomodidad.
Con estas palabras intento que no dejemos a su suerte a los festejantes -reales o no-ya que resulta racional que un festejante desorientado o deprimido no logre festejar a nadie.Además un festejante enojado no es buena compañía, imagínense un festejante molestándote todo el tiempo. Una cosa desagradable.......

Por Rodolfo Orozco


HAY QUE PENA DE TI

No es fácil. Sentir que todo lo que haces no lleva a ninguna parte. Sentir que tu vida gira en torno a la nada. Sentir que por más rápido que corras, siempre está delante de ti, nunca a tu lado. Sentir que cada suspiro que le regalas es una más de las brisas que rozan su cara. No es fácil.
Ser un festejante implica más que simplemente querer y desear a alguien. Es preciso mucho coraje continuar a pesar de la indiferencia, a pesar de que no sos más que un utensilio, un adorno en su vida. Ser un festejante es tener como principal enemigo el desinterés, que tarde o temprano termina siendo tu amigo, te aferras a él como si fuera tu única razón para luchar… luchar contra él.
No es fácil aprender a vivir con la frialdad, porque no tiene más que eso para ofrecerte. Te conformas con las sobras, con pequeñas migajas que jamás te saciarán pero son suficientes para volverte adicto, y no puedes dejarlas, necesitas más, es por eso que continuarás a su lado, y su apatía te destruye, lo sabes, pero ¿qué da?, continuas detrás de esa persona, como un perro que no reconoce quien es realmente a su dueño.
Pero cuando trates de alejarte, no lo permitirá. No puede dejar que se vaya aquel que llena sus días de pequeños detalles, de pequeñas muestras de cortesía ¿de cariño? Porque para el otro también es adictivo. Fortaleces su ego, alimentas su estima, le haces sentir que siempre hay alguien pensando en aquella persona. Y es verdad, y lo sabe, por eso te ata a su lado, aunque no quiera ofrecerte nada a cambio, aunque entre sus prioridades hayan otras personas, aunque en su mundo estés solo de relleno.
Sin embargo, todo es tan paradójico. Aquello que tanto mal te hace, es lo que te permite seguir. Todo lo que sientes, todo lo que buscas, todo lo que esa persona representa, es lo que te mantiene vivo. Y ese dolor es tu razón de ser. Te duele ser un festejante, pero te gusta, no sabrías otra forma de vivir.

Por Andy



MIREMOS CON ATENCIÓN, NO SOLO HAY UNA INTENCIÓN

Hablamos de festejantes, aquellos que están cual mosca a tu alrededor, despiertan tus sentidos de cualquier forma, ya sea irritándote, dándote sensibilidad, levantándote la autoestima, como sea. Algunos lo verán de otra manera.
En fin hablemos de ellos y su oficio. Por cierto no reconocido por muchos. Es más, un oficio por el que muchos habrán pasado y no se dieron cuenta. Y en ocasiones habrán sido festejantes y festejados a la vez.
Quien no tuvo alguien obsesionado con uno? Alguien que no tiene vida más que estar pendiente constantemente de lo que uno hace, quiere o deja de hacer, y sin que uno siquiera lo registre o quiera tener algo con él.
Si, ese es el festejante, él que no entiende de ninguna forma o no quiere entender, que para ese otro no existe y la obsesión solo se torna cada día más pesada. Que cada día lo consume, consume su vida y no lo deja ver más allá de ese a quién festeja. Aquel por quien deja correr el tiempo sin sentido.
Pero no debemos confundir los festejantes, los obsesionados. Con aquellas personas que realmente te quieren, para quienes no sos un simple objeto de obsesión. Sino que para quienes sos realmente importante en sus vidas y están pendiente, y se preocupan por vos, porque así lo sienten, porque sos una partecita de su ser. Y están, y no esperan nada a cambio, más que una sonrisa o el verte bien. Y por eso te festejan, para no verte mal porque eso también les hace mal.
Y sí…muchas veces los confundimos y todos van a parar a la misma bolsa. Pensamos que porque hace ruido, no te puede dar más que simples adornos y guirnaldas. Y así sin darnos cuenta podemos terminar perdiendo muchas cosas, pequeñas cosas que nos privamos de conocer.
En estas últimas líneas solo queda por decir, mira bien quien te corteja, quizás solo tiene papelitos de colores y lindas frasecitas, que nada le producen; o simplemente adularte querer ganarte como premio, eso lo obsesiona. Pero quizás, tengas alguien delante, que quiera llamar tu atención, a quien tu esencia lo completa, y quizás se correspondan los dos.

Por Pame

sábado, 12 de mayo de 2007

ALMAS DEL SOL



El sol es el centro de las almas
Aquellas almas que irradian
El amor que no han vivido
El amor que le han quitado
El amor que nunca muere
Que es puro, que es único
El sol es el centro de las almas
Aquellas almas sin olvido.

El sol es el centro de las almas
Las que se pierden en las esquinas
Y se encuentran en la vida
Esas, las robadas en la vida
Esas que viven en la sangre
Del latido, de la luz, de siempre…
Esas que mueren en el suspiro
Me quedan suspendidas
Como una suave brisa.

El sol es el centro de las almas
Aquellas almas que escuchan
Su transparencia en el azar
Y su sensibilidad en la ciudad
Almas que escuchan la paz del amor
Almas en las que predomina la lógica del amor
Que no tienen salida, que no tienen miedo.

El sol es el centro de la vida
Porque son aquellas almas que lo habitan
Las que nos muestran
Que sin amor no hay vida
Solo oscuridad y un infinito río de soledad.
Por Pame y Miguel

AQUI ROTO



Un punzón perfora mi alma. Se escapan sombras, cuervos y mis demonios. Caigo desmayada en mi inconsciencia. Sucumbo ante un sueño que parece eterno.
Ya no me encuentro. No puedo ponerme de pie. Soy débil, y mi espíritu se esfuma. Trato de alcanzarlo, pero como humo desaparece entre mis dedos.
Ya no sé quien soy. Se disuelve mi identidad. Lo que solía hacerme especial. Todo oscuro. Siento miedo y me odio por eso. Los cobardes no valen la pena. Los cobardes no se arriesgan, no consiguen lo que buscan. No es la muerte, no es la vida, estoy en un limbo en mi interior. Giro dentro de mi misma y me mareo. Perdí la noción del tiempo. Cada minuto se hace un siglo, cada siglo pasa como un suspiro. No parece haber nadie cerca, sola entre mis temores y mi tristeza. Y ellos me toman, abrazan mi espíritu y acarician lo que queda de mi alma. Lloro, y con cada lágrima se escapa lo que me queda de fuerza.
Sé que yo sola puedo salvarme. Pero se hace fácil estar así. Esperar que nada suceda, y que eso pueda cambiar las cosas. Vomitar al mundo que no lo necesito, sabiendo que solamente su energía puede hacerme volar. Me río de mi misma. Soy un títere de mi angustia.
También sé que vos me completás. Pero no me atrevo a buscarte. Siento que ya ni puedo sentir. Quisiera que estés aquí, pero no dejo que te acerques. Ya lo dije. Es más fácil estar así. Cada paso que hago, solamente me aleja más. Te busco solamente para evitarte. Odio necesitarte. Si no puedo salvarme a mi misma, como me salvarás vos?.


Por Andy