Alguien me dijo alguna vez que soy un incomprensivo, yo me defendi diciendo que simplemente era un tipo al que no le gustaba las vulgaridades humanas. Darío... un muy amigo.

Se me acusa de que yo me niego a ir en nada contra mí mismo

miércoles, 17 de septiembre de 2008

no le zafo al bardo...

Ha reaparecido un duende. Después de mucho tiempo de no meterme en este campo digital acá estoy de vuelta para seguir dejando huellas.
Y pensando en lo que mis amigas duendes vienen diciendo creo que no se puede zafar, por más que uno quiera o muchas veces piense que lo hace. El bardo siempre está, la maldita realidad nos cae encima y los hombros ya no nos dan más de tanto peso. Pero es en ese momento, que yo al menos pienso, donde estoy parada y cómo llegué donde estoy. Es en ese segundo que todo el esfuerzo de mi vida y el camino que me fui abriendo me dicen: nada es fácil, la complejidad es parte de la existencia humana. Cuando el mundo es una mierda hay que pensar que podría ser peor, no le zafes al bardo hay que ponerle el pecho. El bardo es parte del equilibrio, es necesario al otro lado de la balanza, pero cuando se torna insoportable ignóralo es lo peor que le podes hacer. Obvio que cuesta, pero cuando das el primer paso y caminas pensando en que la vida es bella y el bardo está a tu lado. Ni cuenta te das y el bardo pasó, listo sobreviviste. Y así en algún momento volverá, mientras tanto habrán momento hermosos y seguís viviendo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Con respecto a que hay que enfrentar al bardo, una vez un ex presidente que prefiero no nombrarlo, dijo: "nosotros estamos al borde del precipicio y vamos a dar un paso al frente!!"
Lo triste o trágico es que si bien fue un acto fallido, como tantos otros... con él y otros políticos, hace rato que estamos sumergidos en el abismo o en el vacío.
Y por otro lado, que no tiene que ver con lo anterior, a veces está bueno enfrentar, chocar y conocer complicaciones que nos hacen crecer y a veces ser felices.