Alguien me dijo alguna vez que soy un incomprensivo, yo me defendi diciendo que simplemente era un tipo al que no le gustaba las vulgaridades humanas. Darío... un muy amigo.

Se me acusa de que yo me niego a ir en nada contra mí mismo

jueves, 28 de mayo de 2009

LA VIGILIA EN HUMANIDADES EL JUEVES DE NOCHE

Vigilia en Humanidades luego de una jornada de tensión


Se levantó el viernes 22 ocho y media de la mañana la “vigilia” resuelta durante la anoche anterior en una asamblea de alumnos de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales, que consistió en una ocupación pacífica de la institución, luego de la sentada que se realizó frente a decanato y que culminó con la salida del decano Javier Gortari custodiado por agentes de la Policía Federal.

El egreso de Gortari fue uno de los momentos más álgidos de una jornada cargada de tensión que se inició después de que el Consejo Directivo de la Facultad aprobara una serie de puntos relacionados con la problemática de la carrera de Comunicación Social, y que los estudiantes de esa carrera ya habían rechazado previamente en varias asambleas. Las disposiciones del Directivo, consideran los alumnos, no responden a la demanda de cargos docentes presentada en un petitorio que lleva la firma de profesores y alumnos, miembros de la Asamblea Interclaustros de Comunicación.

La manifestación del descontento comenzó a las tres de la tarde con una sentada en la calle San Lorenzo, frente al Anexo de Humanidades, medida que fue acompañada por integrantes de la Asamblea General de Estudiantes que levantan una serie de reclamos del sector que tampoco han sido atendidos. Después de ello, los manifestantes (un grupo de 40 alumnos de distintas carreras) ingresaron al Edificio Anexo para recorrer los cursos y finalmente decidieron trasladar la sentada al Decanato de la Facultad, con la intención de que Gortari los atendiera. Pero el decano se negó a salir y permaneció en su oficina, sin ninguna intención de dialogar con los estudiantes.

El clima se enrareció cuando alrededor de las 20:00 ingresaron agentes de la Policía Provincial y se produjo la rotura de un vidrio, de la que los estudiantes niegan haber sido los responsables y desconfían incluso de que no haya sido intencional, con el fin de “ensuciar” la protesta. Hubo temores de que se desatara un desalojo violento y corrieron rumores de todas clases al respecto; pero los efectivos finalmente se retiraron del interior del edificio (recordemos que las fuerzas de seguridad provinciales no tienen jurisdicción en el ámbito de la Universidad Nacional), aunque permanecieron apostados en las inmediaciones en sendos patrulleros. Al poco tiempo, sin embargo, llegaron agentes de la Policía Federal vestidos de civil y se colocaron frente a la puerta de decanato.

Uno de ellos anunció que el decano recibiría a tres representantes de la sentada, que fueron elegidos en forma inmediata, pero cuando éstos se acercaron con un compromiso de no tomar represalias que pretendían hacer suscribir a Gortari, éste advirtió (siempre por terceros) que no recibiría a nadie y que no firmaría nada.

Como la negativa de la autoridad persistía y la presencia de los “federales” así como la amenaza de una causa judicial por presunto “secuestro” no despertaban pronósticos optimistas, los manifestantes debatieron en asambleas improvisadas la continuidad de las medidas y finalmente levantaron la sentada a fin de que el directivo pudiera retirarse –escoltado por dos agentes de las fuerzas federales– sin dar ningún tipo de explicación ni suscribir ningún compromiso.

A eso de las 23:00, Gortari abandonó la casa de altos estudios a paso apresurado y con gesto adusto, mientras los estudiantes cantaban: “Se va a acabar… esa costumbre de robar” (en relación al denominado “autopago”), y agredió a algunos de ellos con un par de manotazos cuando vio que estaban registrando fotográficamente el momento. Luego de su retirada, los manifestantes (que ya llegaban a 60) resolvieron permanecer en vigilia en el interior de la institución hasta esta mañana a primera hora, en una asamblea que fue presenciada por consejeros directivos y el vicedecano de Humanidades, Luis Nelli, así como por el abogado de la UNaM.

Los estudiantes dejaron en claro que en ningún momento se impidió la entrada o la salida de nadie, ni de la oficina del decano ni del edificio de la institución, y que cuando abandonaron la Facultad a la mañana, las autoridades cerraron las puertas atrás suyo, e impidieron el acceso desde el exterior.

Preocupada por el “escenario militarizado” y los “signos de fascismo”

Una docente de Comunicación Social, la licenciada Tania Piris Da Motta, se mostró preocupada por las distintas manifestaciones de “militarización” y “fascismo” que empezó a notar en la institución desde que se sumó al reclamo de cargos docentes. Primero fue testigo del momento en que la Secretaria Académica de Humanidades, Griselda Ferrero, advirtió a los estudiantes de Comunicación que serían “investigados” y su historial académico quedaría bajo la lupa, luego de que los mismos presentaran una propuesta alternativa a la propuesta docente frente al problema de falta de dictado de algunas cátedras que tiene la carrera.

Ayer mismo, relató, cuando quiso entrar a la oficina del Departamento, fue abordada por dos agentes de la seguridad privada de la institución a quienes nunca antes había visto, quienes le preguntaron sobre lo que estaba ocurriendo y se quedaron en el pasillo a fin de “resguardar el orden”.

A lo largo de las asambleas y debates que se dieron en la jornada, por otra parte, pudo notar la presencia de no-docentes con actitud vigilante que, según le comentaron, habían preguntado su nombre al verla con los alumnos.

Finalmente, la presencia de los efectivos provinciales y de la Policía Federal vestida de civil dentro de la Facultad fue una escena inédita en los 20 años que lleva tanto como alumna como docente en las aulas de Humanidades. La profesora se mostró indignada de que la acusaran de “instigar a la violencia” tal como consta en la declaración oficial del órgano directivo y que llegó hoy a los medios de comunicación. “Los que me conocen saben que soy de las primeras en rechazar la violencia, sobre todo la violencia institucional”, aclaró. “No me extrañaría que la protesta fuera judicializada o criminalizada”, declaró.

Según trascendió hoy, algo de eso comenzó a concretarse: dos de los participantes de la manifestación fueron impugnados como candidatos a consejeros departamentales, y se inició efectivamente una causa judicial contra las personas que se movilizaron ayer.

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