Alguien me dijo alguna vez que soy un incomprensivo, yo me defendi diciendo que simplemente era un tipo al que no le gustaba las vulgaridades humanas. Darío... un muy amigo.

Se me acusa de que yo me niego a ir en nada contra mí mismo

jueves, 29 de noviembre de 2007

PALABRAS

FLUIR

Lluvia fugaz.

No te escapes y ven acá

no quisiera esperar,

aunque sea una lluvia fugaz.

Es elemental el río que fluye

miradas que van.

Ven y dime que quieres.

Ven y buscame aquí.

Lluvia fugaz mojó mi alma

y te ví estabas allí.

Dejamos de buscar

dejamos que fluya

la lluvia fugaz.




Lá no céu

um escuro océano

um sonho

Lá na areia

os dois olhando

uma estrela

o céu

um sonho.

miércoles, 21 de noviembre de 2007

FIN DE AÑO... OTRA VEZ


Lentamente las semanas van pasando. Sin embargo, una es peor aun que la anterior. No es fácil ser estudiante. No es fácil ser estudiante en esta época del año.
Entre montañas de apuntes y cuatro paredes que condensan todas las frustraciones, cansancio y desolación de otro final de año, ahí estamos, nuestra cárcel, la única alternativa.
Como en un reality show, un pequeño recipiente que nos contiene durante todas las horas del día, hasta que en algún momento… llega el siguiente. Y todo comienza nuevamente, como un gran círculo vicioso. Se cruzan nuestras miradas, comentarios esporádicos que justifiquen el hecho de ser varios en el mismo sitio, de repente… nos irritamos, la impotencia y desesperación comienzan a emerger de nuestros cuerpos. Nos odiamos. Después nos burlamos. Entre llantos y risas tomamos nuevamente las fotocopias y bueno… seguimos. Es lo que debemos hacer.
Con el correr del tiempo empezamos a notar que las cosas no están saliendo bien. Por un lado nuestra “casa de Gran Hermano” comienza a traicionarnos. Por qué nos hace esto? El agua corre por todos lados, explotan los focos, la computadora cual niña malcriada nos fastidia. Se vuelve una guerra, ella por un lado, nosotros por el otro.
Luego, como si ya no fuera suficiente, nuestros propios cuerpos se empeñan en estafarnos. Somos un equipo! ¿Cómo es posible?, nos sentimos mal, decaemos… después… la crisis. Locura. Caos. Se nos agotó el cerebro? Se nos ha consumido? Qué nos queda?
El único consuelo… que sin embargo está lejos de serlo: el exámen. Después de eso… paz.


Por Andy

sábado, 17 de noviembre de 2007


Al fin olvidé.
Sí, al fin de una buena vez.
Lo que sueño paulatinamente va naciendo.
La luna con los astros sonríen mi nuevo camino,
el que comencé a transitar hace un año.
Las horas fueron bajando, el día se muere pero yo sonrió al dormir.
Ya no hay algo que cause lo contrario.
A momentos, los instantes parecen ser correctos.
A momentos, todo se ve más hermoso.
A momentos, sentís que podes hacer lo que sea.
Llegar a ese momento, cuesta tiempo gastado en lágrimas y dolor.
Las horas que tardaron en marchitarse, fueron imprescindibles para mí.
Las lunas que pasaron trajeron magia, viajes, seres mitológicos, amigos de otros círculos, la consolidación de un nuevo hogar, sonrisas de seres desconocidos, nuevas compañias, desterritorialización de todo lo malo de un momento determinado.
Nunca fue tan bueno que el tiempo pasara.
Cuando los días no tenían brillo ni sol, las noches morían más rápido aún, todo desaparecía, el dolor se intensificaba más, el puñal causaba un vacío insoportable al no poder cicatrizar, y yo sin nada que iluminara mi ser…
Las horas bajaron para sonreírme nuevamente, nunca estuve tan feliz sin nada y es precioso conseguir tal equilibrio.

jueves, 15 de noviembre de 2007

RADIOGRAFÍA

Simplemente en este valle de duendes, bajo algún árbol y comiendo un poco de azúcar. Me pongo a pensar cuestiones que he compartido en encuentros. Cuestiones sobre nuestra sociedad, la ciudad en la que vivimos.
Cuestiones de como hoy en la sociedad que somos todos, cada vez está más insensible. Veo en la plaza 9 de julio una radiografía de nuestra ciudad. En la cual se hacen visibles fracturas y pequeñas grietas en el pueblo. El pueblo que somos los huesos de este cuerpo que es la sociedad en la que vivimos.
Podemos ir a la misa de la Catedral como buenos católicos o pasar y sentir como extraña la realidad de quienes quieren hacer visible sus derechos. Y están allí en esa plaza donde todos los poderes los rodean, la Casa de Gobierno, la Iglesia Catedral, grandes
bancos, y medios de comunicación que les dan las espaldas.
¿Qué nos está pasando a los misioneros, a los posadeños, que nuestra identidad se nos está yendo de las manos? ¿mejor dicho que nos está pasando como seres humanos, que estamos perdiendo la sensibilidad?
Cada vez el interés por el mundo que nos rodea, lo que está pasando en un aquí y ahora, se pierde más y más.
Cuando en realidad es hora de que nos demos cuenta que tenemos poder ciudadano, que la ciudad es nuestra. Que debemos apropiarnos de los lugares que nos pertenecen y el Estado se cree dueño. Pensando en el Estado, como lugar del gobierno de turno y que responde a él y no al pueblo.
Necesitamos salir de la burbuja que nos ensimisma. Y ver que nada va a cambiar si nosotros no empezamos a mover
las fichas. Nada es imposible.
Ver que nuestra selva por la que muchos nos reconocen podría desaparecer por completo si la deforestación sigue creciendo. Que nuestro río muere día a día y pasa desapercibido como un lindo paseo por la costanera*. Que cada vez son más los niños que no pueden disfrutar de su infancia, jugar, tener un plato de comida todos los días, ir a la escuela. Que las artes necesitan un lugar, los jóvenes necesitan un espacio, necesitan la posibilidad de ver que nada está perdido.
Es necesario que empecemos a escuchar al otro y sacar a la luz esas pequeñas cuestiones que tenemos en común.
Es hora de que entre todos empecemos a construir un cambio para todos y no para unos pocos. Aunque cueste y los resultados quizás no los veamos, no los vivamos, pero por lo menos luchamos e hicimos el intento sin bajar los brazos.


*Costanera: llámese al lugar de exclusión y encuentro sobre la orilla del río Paraná, con forma de avenida que bordea la ciudad y atraviesa otros puntos de la Provincia.

lunes, 5 de noviembre de 2007

Para tí... Duendecito verde...


Bueno, llegó el día de tu cumpleaños... La ante sala fue el viaje de duendes, y el re reencuentro de duendes y el tio Terry...

Horas antes diversión con los acordes de Kusturica! Si, evidentemente eso fue un ritual. Ritual que compartimos con seres especiales que nos rodean. Linda combinación de armonía en la noche, esperando la llegada del 5 de un dulce noviembre...

Bueno, más allá de recordar lo acontecido, empecemos con la dedicatoria...

Que se puede decir. Hay veces en la vida que las palabras sobran y esta es una de esas...

Que decirte, sería poco por el hecho de lo que sos, representas, formas en mi vida, es sumamente especial... Son sentimientos y sensaciones que se vivieron, viven y vivirán que no se pueden describir. Es algo inmensurable, sin comparación. Creo que el Señor Cosmos dispuso todo para que los duendes se encontraran, y gracias que lo hizo... Por eso en este día manifiesto mi sentimiento hacia vos y los demás duendes y seres especiales de mi vida que lo que siento es inmensurable. Como lo especial de sus existencias...

A vos duendecito, muy felíz cumpleaños! Que el Señor Cosmos organice el universo de manera tal que la armonía reine sobre todas las cosas en este nuevo año de vida que te regala la vida.

Se te quiere y muchísimo...

Marisol

sábado, 3 de noviembre de 2007

VIEJOS DEMONIOS

El retorno de lo reprimido,
da forma a la historia desconocida,
A la que está prohibida, en la oscuridad del silencio.
Subterránea, resguardada, allí donde nadie ve,
Se encuentra oculta la verdad subestimada. Esa que nadie conoce.
En el medio del disimulo de la gente, perdura un secreto implícito en el aire.
Mientras se borran las fronteras, del mundo diurno y las promesas de las noches.
Entre aquella realidad y el principio del placer.
Las sombras distorsionan la visión correcta, hasta empiezo a dudar cual es la correcta.
Respiro restos del pasado, y no puedo evitarlo.
El río sigue pasando, guardando en la corriente recuerdos.
Se cae la realidad a pedazos, se deshace en mis manos.
Siento temor por lo ignorado.

Por Cintia