Alguien me dijo alguna vez que soy un incomprensivo, yo me defendi diciendo que simplemente era un tipo al que no le gustaba las vulgaridades humanas. Darío... un muy amigo.

Se me acusa de que yo me niego a ir en nada contra mí mismo

viernes, 3 de agosto de 2007

DOS DIMENSIONES, UN UMBRAL

El dulce sonido del viento me llama desde algún rincón.
Como un imán me atrae. Siento sus caricias recorrer mi cuerpo.
Sigo el llamado del viento. Me lleva hasta el umbral.
Abajo está la razón, al otro lado el viento y yo.
Me eleva en la inmensidad y con un impulso ahí estoy.
Puedo sentir su esencia, su fuerza. No lo puedo ver pero su presencia está.
Quiere jugar conmigo. Quedo suspendida sobre el umbral.
Pequeñas vibraciones entran por mi mano, por mis dedos, que me empiezan a movilizar.
El viento del río y su armonía me permiten entrar de lleno a esa otra dimensión.
Sujetarme con las piernas, tener la sangre en la cabeza, sentir su delicadeza recorriéndome.
Me deja ser un ángel y elevarme un poco más.
Me susurra en el oído su dulce melodía, dejando en mi boca sabor a miel.
Dice que la humanidad acelerada no lo siente, sólo lo usa para sobrevivir.
Nadie se detiene a escuchar su canción sin fin.
Como ágiles gacelas avanzan sin poder llegar al umbral de la dimensión sónica, donde el sentir es lo primordial.
Parada en lo alto puedo ver todo, hasta los sueños, ya todos, que lo perciben como un frío atardecer, un escalofrío, un zumbido, solo viento.
Yo por unos minutos lo sentí, escuché sus palabras, lo seguí y me desconectó.
Siento su cálida brisa, doy una voltereta.
El viento juega conmigo, como lo hace con las hojas secas en otoño.
Pero la dulce melodía se distorsiona en el aire, la suavidad se desvanece, las caricias ya no se sienten.
El viento paró. Y el ángel que sentí ser en algún momento, del umbral cayó.
Otra vez volver a la misma dimensión.

Por Pame -un duende azul-

2 comentarios:

Anónimo dijo...

....Lucy in the Sky with Diamons...

Anónimo dijo...

Tambien se podría llamar oda al trapecio..lo sugirieron....